miércoles, 18 de agosto de 2010

Chicago, el musical de gira por España

El musical que ha arrasado en Madrid, ya está en Bilbao. El paso jueves un abarrotado Teatro Arriaga aplaudió con entusiasmo cada uno de los números del musical. Con un reparto renovado en buena parte (Marta Ribera, María Blanco y Carlos Lozano como principales novedades), el musical fue recibido con entusiasmo por el público bilbaíno en este primer pase.

Un musical en el que la ambición, la intriga, los crímenes y la buena música son los elementos principales de este coctel escénico. Hay muchos musicales. Algunos son simplemente divertimento con una delgada línea argumental. Otros, como este CHICAGO o EL FANTASMA DE LA ÓPERA, son historias de una gran entidad dramática que además tienen una buena música. Solo hace falta ver el AL SON DEL JAZZ que abre el musical para darse cuenta de lo que te espera. Como espectador se agradecen musicales como este. Musicales con una gran historia y que además tienen unos números musicales espectaculares. Es uno de esos musicales que todo bailarín quiere hacer alguna vez en su vida por el reto que pueden suponer sus número. Musicalmente hablando nos ofrece un recorrido por temas de lo más variopintos. Del ritmo de Si `Cuidáis a Mamá´ , con una espléndida Linda Mirabal que repite en el reparto, a esa tristemente deliciosa `Mr Celofán´ con un maravilloso Fedor de Pablos que vuelve a ser ese hombre que nadie ve en la gira de `Chicago´. Carlos Lozano sorprende. Es el calificativo que pude percibir en el patio de butacas. Dar un personaje de esa importancia a una persona ajena al mundo del musical podía llegar a ser un tanto peligroso. Lozano sale del `apuro´ del estreno con solvencia. Como él mismo dice , tiene una voz `rara´ ; pero como su Billy Flint que `no baila mucho para no sudar ni canta mucho para no estropearse la garganta´, consigue crear un personaje pícaro y caradura que parece hecho a su medida. Marta Ribera, como es habitual en su carrera, está perfecta en su roll de Vellma. Nunca había tenido la oportunidad de ver a María Blanco en un roll protagonista y la experiencia ha sido realmente interesante. Se nota que es una actriz con solera que desgrana en su Roxie unos toques de comedia que dan a su personaje una gran presencia escénica. De nuevo, la orquesta vuelve a ser parte de la acción regalándonos algunos momentos que llenan de ritmo al público. Su director, Sergi Cuenca, participa con acierto en ciertos momentos de la acción. Los números son presentados por algunos miembros del elenco de bailarines. Precisamente ese equipo de bailarines son de lo mejorcito que se puede ver en el musical creando una `piña´que nos regala algunos números coreográficos simplemente deliciosos. Todo con un toque de aroma de ensayo quitando cualquier elemento escenográfico que pueda distraer al espectador de seguir el argumento de la obra. Un argumento en el que los medios de comunicación juegan un papel importante. Estos son los que harán que las asesinas que protagonizan el musical suban o bajen en la cresta de la ola mediática.

El son del jazz seguirá sonando en Bilbao hasta el 5 de septiembre y es que , como reza su eslogan, es un crimen perdérselo...

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